Sacó el teléfono, me guiñó un ojo y salió fuera de la habitación.
Me senté sobre la cama a esperar que viniese pronto y pudiésemos desayunar tranquilos.
Cerca de unos diez minutos después de haberse ido, Michael, volvió, se sentó a mi lado y ni siquiera me miró, algo había pasado, lo notaba.
Sostuve su cara entre mis manos y le miré a los ojos, él quitó mis manos y volvió a apartar su mirada de mí.
¿Qué le pasaba? yo quería que me mirara, pero le notaba raro, triste quizás la llamada no fue tan buena como yo pensaba.
-Michael, ¿qué pasa?-pregunté intentando encontrar su mirada.
-Campanilla...Tengo que irme...-respondió levantando su cabeza para mirarme.
Y un tremendo y horrible escalofrío recorrió mi columna vertebral. Todo por lo que había sufrido se desvanecía entre los susurros de Michael diciendo "volveremos a vernos pequeña, te lo prometo, volveré a por ti".
¿Qué iba a hacer sin él?, ¿conocéis la sensación de que todo el peso del mundo cae sobre ti?Pues así me sentía yo.
No era su culpa el tener que marcharse por no se cuantos meses, tampoco era su culpa que yo me sintiese tan...¿Rota? Sí, sin duda esa era la sensación, me sentía rota como una vieja muñequita de porcelana.
¿Qué hice? Nada. No podía correr desesperadamente tras él y gritarle que le amo con todas mis fuerzas, no podía, no era nadie para detenerle.
Navidades...La noche buena...Mi cumpleaños...Meses y meses sin él, y exclusivamente acompañada del,inusual, calor frío-sé que suena raro, pero así era-que me proporcionaban mis padres, mi soledad y mis ganas de llorar a cada instante.
Pasaron unos 16 meses...4 días...15 horas y 26 minutos, desde que se fue, sí, tenía la precisión exacta de cada segundo que pasó desde que se fue.
Intenté distraerme saliendo o jugando a juegos de mesa, pero siempre había un hueco en mi cerebro y en mi corazón para su nombre, y para todos los recuerdos y sensaciones que él provocó sobre mí.
No tuve noticias de él durante todo ese tiempo, y lo peor de todo es que pensaba que no le volvería a ver jamás, me refugiaba pensando que todo lo que había pasado junto a él era un sueño, un dulce sueño, del que me desperté hace mucho tiempo.
Pero como Freddie Mercury decía en una de sus canciones: por dentro mi corazón se está rompiendo, mi maquillaje puede estar descascarándose, pero mi sonrisa aún persiste. Y es que no estaba dispuesta a seguir deambulando como un muerto viviente por los pasillos de la casa de mis padres, necesitaba salir, despejarme y conocer gente.
Vale, pasé unos meses muy duros, pero podía apostar mi vida a que Michael ya ni siquiera me recordaba.
Ya estábamos en junio de 1990, y yo tenía un año más, pero eso no me importaba, seguía teniendo la misma energía de siempre y quería salir a donde fuera y despejarme.
Eran las ocho de la tarde de un inusual caluroso día de verano en Moscú, decidí ducharme, vestirme, arreglarme y salir a dar vueltas por las grandes y bonitas calles de Moscú.
Cogí las llaves de casa y me fui.
Vi que muchas cosas había cambiado en 16 meses, había muchas mas tiendas y mucha, muchísima más gente.
Me acerqué a un escaparate de una tienda de electrodomésticos donde había varios televisores, todos estaban sintonizados en el mismo canal, y hubo una noticia que me llamó la atención:
"El Rey del Pop, Michael Jackson, estará de visita en Moscú la próxima semana. Y sigamos hablando de..."
Michael ¿en Moscú?, por un momento me hice esperanzas, las cuales se disolvieron al pensar que él ya no se acordaría de mí.
Fui a girarme cuando de repente me choqué con un chico de ojos color azul verdoso y pelo castaño.
-Perdone-dijo el chico con una sonrisa.
-No importa, fue culpa mía-me disculpé sonrojada.
Me miró profundamente a los ojos y sonrió.
-Oye, ¿te gustaría tomar unas copas conmigo?-preguntó sin dejar de sonreír.
-No bebo alcohol, además, ni siquiera sé tu nombre-contesté mirando al suelo avergonzada.
-Bueno, pues refrescos-dijo entre risas-me llamo Sean,¿y tú?
-Yo No...Den...Emm...Denise-contesté.
-Bonito nombre, entonces que ¿me acompañas?
-Vale.
Me puse a su lado y empezamos a charlar de camino a algún bar. Era un chico muy divertido y extrovertido.
Me llevó a un bar llamado Brünch, me invitó a una naranjada y seguimos charlando.
Averigüé que tenía veintiséis años y que trabajaba en una empresa de marketing.
Pero a pesar de la simpatía y la cordialidad de Sean, yo seguía pensando en Michael, en su sonrisa, su voz, sus ojos...Aún recordaba el sabor de sus labios cuando nos besamos por primera vez, Dios, como echaba de menos esos labios.
Sean me sacó de mis pensamientos con su incesante habladuría.
3 comentarios:
no te enamoraras de ese no ? ¬¬
XD
mike es mejor !
XD
un cap hermoso pero triste
desiree eres la mejor
(perdon maite)
sabes es una idea pero bueno no se cuando se terminie la historia
podrias enviarlo a una editorial y seguramente por lo bueno que es lo publicaran seguramente... bueno es una idea
yo quisiera escribir un libro y que lo publicasen seria genial
saludos
un cap genial !!!!
bss
i love you!
Hi Denise!!! O_o QUE MICHAEL LA DEJÓ TANTO TIEMPO!!!... =@ ACASO QUE INSECTO LE INFECTÓ EL CEREBRO!! AAAAHHG u.u Y nisiquiera una carta o minimamente una llamada(suspiro) lo amo pero es un tonto ._. Dejar asi a su campanilla... Tendra mucho que explicar... Y Sean que onda con el si Mike no regresa pronto o no da una explicación convincente el podria convertirse en motivo de Celos no creo que a ella le guste mucho pero si los ve juntos Mike podria ponerse celoso.. WOW DENISE SIGUE PRONTO QUE ME MUErO DE LA INTRIGA.
Je je me olvide de mi nombre Maggie Jackson soy e.e buen cap! Como siempre XD!
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