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Muchas Gracias.

Att. D.Farrel

miércoles, 20 de abril de 2011

28# Cold as ice.



¿Recordáis al hombre mayor de pelo blanco y a la niña pequeña que siempre le acompañaba de mis pesadillas? esa noche resurgieron de entre la sombras y volvieron a aparecer.
Siempre la misma secuencia de imágenes, aquella inmensa pradera, una granja, el hombre sosteniendo a la niña en su regazo... y esa frase que el hombre decía continuamente: serás alguien importante, pues tu sangre no es roja como la de los demás, tu sangre es leal.
Pero ¿por qué siempre decía esa frase?
Michael consiguió que mis pesadillas desapareciesen durante un largo tiempo, y sabía que conseguiría que no volvieran a aparecer.
Y esa noche necesitaba descansar más que nunca, el día siguiente sería muy ajetreado.
Conocer a los padres de Michael...Su madre nunca me preocupó, pero después de la descripción que Michael hizo de su padre...no estaba muy convencida...


A la mañana siguiente me vestí para la ocasión, una falda rosa pálido y una camiseta blanca.
Michael, como siempre, con su elegancia innata vestía una camisa blanca y unos pantalones negros, algo clásico en él pero que, sin duda, le sentaba como un guante.
Doris se encargó de preparar el desayuno, suficiente como para Michael, su familia y yo.
Estaba completamente nerviosa, me frotaba las manos llena de sudor frío, ¿cómo sería su padre?¿y su madre?¿les caería bien? todas esas preguntas afloraban en mi mente y no obtendría respuesta hasta que llegasen.


Pasado un rato aparecieron, él con un sombrero y chaqueta grises y unos pantalones negros, ella con un elegante y airoso vestido verde.
Su padre se quitó el sombrero y fue entonces cuando nuestras miradas se cruzaron, puede sentir esa frialdad, ese odio y esa sucia ambición en tan sólo una fugaz mirada, un extraño escalofrío recorrió mi columna vertebral.
Su madre, de aura tan pura como la de su hermoso hijo.
En cuanto la mirada de Michael se cruzó con la de su padre pude ver como las chispas saltaron entre ellos.


-Con que este es tu nuevo entretenimiento -dijo él refiriéndose a mí-espero que pronto te deshagas de ella.


Michael se negó a contestar y se dedicó a untar mantequilla en una de las tostadas. Su madre, Katherine, miraba a su marido por encima del hombro.


-¿No contestas? Lo entiendo, te has encaprichado de ella, ¿verdad? 


Michael seguía sin contestar, comiendo tranquilamente.


-¿¡A qué demonios estas jugando!?¿¡Es que no ves que esto es malo para tu carrera!? -gritó señalándome y levantándose precipitadamente.


Mientras, Michael seguía tan tranquilo comiendo, hasta que levantó la mirada, me acarició el pelo y me miró dulcemente.


-Voy a casarme con ella -Joseph estaba apunto de gritar pero Michael no le dejó - Y me da igual lo que digas, grita cuanto quieras, nadie te lo impedirá, pero no me vas a arrebatar a campanilla, no lo harás y yo no te lo permitiré, estoy muy cansado a estas alturas de mi vida y tan solo tengo treinta años.


Joseph le miraba impasible, Katherine simplemente agarraba a su marido por el brazo intentando controlarle.


-¿Campanilla?¿En qué tonterías estás pensando Michael? ¡Estas apunto de sacar un CD y sólo piensas en tonterías!


-¡Si tú no me hubieras hecho tanto daño en el pasado yo ahora no pensaría en esas "tonterías" como tú dices! 


Nunca jamás vi a Michael tan enfadado como en ese momento, nunca vi su ceño fruncido como en aquel momento y nunca jamás le oí gritar de rabia, nunca.
La discusión siguió y siguió y yo sólo sabía estar agarrada fuertemente de la mano de Michael y, en ocasiones, mirar a los ojos avellana más amenazadores que había visto en mi vida, eran fríos como el hielo.
Una, dos...hasta tres horas, discusión tras discusión, grito tras grito... Finalmente el ambiente se calmó después de varios "¡nunca has servido para nada!" de Joseph y un "gracias por todo" sarcástico de Michael.
Él se despidió de su madre dulcemente dándole un abrazo y de su padre...bueno, ni siquiera le miró.
Cuando se fueron, se giró hacia mí y se echó a llorar.
Dios no sabéis cuanto odiaba que llorase, y más que llorase por su padre.
No entendía cómo un padre puede tratar a un hijo de esa manera y mucho menos a un hijo como Michael, nunca lo entendería.
Su mirada, nunca se me olvidará la mirada de ese hombre...


No sé cuántas horas pasaron teniendo a Michael llorando en mi hombro, pero sabía que necesitaba desahogarse.
Finalmente, pudo hablar.


-Siento que hayas tenido que presenciar esto -dijo tomándome de la barbilla -lo siento mucho, de verdad.


-No importa, pero no quiero que llores por eso,¿vale? - dije acariciándole la cara y secándole las lágrimas.


Entonces me besó, pero no fue un beso como los demás, fue un beso más apasionado.

domingo, 17 de abril de 2011

27# A thousand miles can't keep me away from you.


Aquella sonrisa, aquellos ojos marrones...simplemente,Janet.
Una autentica copia de Michael creada en femenino.
Michael y ella bromeaban mientras se acercaban a mí, yo me reía al verles.

-¿Es que no vas a darme un abrazo, cuñada? -me preguntó extendiendo los brazos y esbozando una gran sonrisa.

-Claro que sí -contesté levantándome y dándole un gran abrazo.

-En un momento podréis hablar, ahora tengo unos asuntos que discutir con mi hermana -dijo Michael mientras me besaba en la frente - vamos Janet.

Janet le siguió hasta el interior de la casa y yo me tumbé en el inmenso manto de césped de la casa.
Miraba a las nubes y fantaseaba con un futuro próximo, planificaba la boda en mi interior y la visualizaba como si estuviese casándome en ese mismo instante.
Quizás una pequeña boda en la playa, con pétalos de rosa sobre la arena y sillas blancas donde se sentarían los invitados, o tal vez, en Neverland, la verdad, apostaba más por la segunda opción y me la imaginaba por la noche a la luz de la luna, con muchos invitados, música de orquesta, los murmullos de la gente y ponche.
Me dio por pensar que rápidamente me había hundido en un mundo muy opuesto al que había estado perteneciendo durante años, pasé de un mundo de harapos y soledad, a un mundo lujoso, lleno de gente convenida y no tan convenida, un mundo frío...que aún me quedaba por descubrir, pero ese mundo se reducía a la nada cuando Michael sonreía y la verdad era que aunque los focos y las cámaras intentaran separarnos no lo conseguirían.

Michael y Janet volvieron, no muy contentos.

-Lo siento campanilla, no podré quedarme a hablar contigo -dijo Janet haciendo una mueca de pena.

-No importa, otro día será -contesté levantándome y dándole un abrazo, ella se despidió con la mano.

Michael se sentó en el suelo y yo le imité, no soltó ni una sola palabra, ni siquiera para despedirse de su hermana.
Estático, no paró de mirarme en los cinco minutos más largos y silenciosos de mi vida.
¿Qué había pasado ahí dentro? Él me lo respondería.

-Mis...padres, quieren conocerte -comentó mientras arrancaba algo de césped.

-¡Qué bien, deseaba conocerles! -dije esbozando una sonrisa, pero ésta se apagó al ver que Michael me miró con pena -¿sucede algo?

-¿La verdad? No tengo problema alguno en que conozcas a mi madre, pero...

-¿Pero?...-pregunté haciendo que prosiguiera.

-No quiero que conozcas a mi padre, es más, si fuera por mí, no sabrías nada de su existencia.

-¿Por qué? 

-Si me hizo daño a mí, te lo hará a ti, no de la misma manera, pero te lo hará, nos separará y no quiero que eso pase, no quiero que se salga con la suya, no ahora que te tengo a ti y que soy feliz por una vez en mi vida -explicó mirando al cielo azul y despejado -tú eres mi tesoro más preciado, no soportaría que me alejase de ti.

-Ni siquiera miles de kilómetros podrían alejarme de ti, Mike, es algo que he estado meditando durante mucho tiempo y que he comprendido, nada me alejará de ti, nada destruirá lo que tenemos, no dejaré que eso pase -él me hizo una señal para que me acercase y se tumbó en el suelo, yo me tumbé encima suya de modo que podía mirarle a los ojos -ten por seguro que  eso no pasará.

-No conoces a mi padre -dijo acariciando mi pelo -es un monstruo que me quitó todo lo que tenía, mi infancia, y todo para conseguir sucio dinero...el dinero no da la felicidad, no si lo consigues arrancando a tu hijo de su infancia y aferrándolo a un mundo de adultos, tengo muy claro que eso no me va a suceder a mí con mis hijos.

-Y te creo, sé que serás un buen padre -dije sonriendo.

-Si te tengo a ti y tengo hijos contigo, no necesitaré nada más, no necesitaré dinero, pues ya seré rico sólo con teneros a vosotros, no necesitaré la música puesto que tu voz es la más dulce melodía, sólo os necesitaré a vosotros.

¿Cómo podía ser tan increíblemente perfecto?¿Cómo podía encajar las palabras de ese modo para que quedasen unidas en ese maravilloso conjunto?
Yo ya tenía ese certeza, tendría hijos con él.
¿Os imagináis? Pequeños Michaels o pequeñas Denises...¿niños pelirrojos con rizos y ojos café o azules o mezcla de marrón y azul? Había tantas posibilidades para barajar y sin duda serían los niños más bonitos del universo.
Oír las risas de esos pequeñines correteando por los pasillos de la casa me alegraría el día.
Nos quedamos allí, posiblemente pensando lo mismo, me moría de ganas por tener hijos con él.
______

¡Chicas ya he vuelto!
Siento que sea corto el capítulo, pero ya tengo el 28 planeado, y posiblemente el 29, ¡no os decepcionaran!
Os quiero.

PD:¿Qué os parece el nuevo diseño del blog?¿Os gusta?




viernes, 1 de abril de 2011

Explicaciones.

Chicas merecéis unas explicaciones decentes de por qué no he escrito últimamente y aquí las tenéis: 


He estado todo este tiempo en el hospital porque tuve un accidente de coche, ya estoy bien no os preocupéis pero tengo que guardar reposo y por eso no puedo subir capítulos lo siento mucho, pero os prometo que volveré y seguiréis teniendo capítulos de Dancing The Dream lo prometo.


Os quiero mucho.


Att. Desirée.
"Amor es fuego aventado por el aura de un suspiro, fuego que arde y centellea en los ojos del amante, o más bien es torrente desbordado que las lágrimas acrecen, qué más podré decir de él... diré que es locura sabia, hiel que empozoña una dulzura embriagadora"

Romeo Y Julieta-William Shakespeare.